miércoles, 25 de mayo de 2016

Actividad 2: Resumen del video "Gelogía"


El suelo es considerado como uno de los recursos naturales más importantes, de ahí la necesidad de mantener su productividad, para que a través de él y las prácticas agrícolas adecuadas se establezca un equilibrio entre la producción de alimentos y el acelerado incremento del índice demográfico.
El suelo es esencial para la vida, como lo es el aire y el agua, y cuando es utilizado de
manera prudente puede ser considerado como un recurso renovable. Es un elemento de enlace entre los factores bióticos y abióticos y se le considera un hábitat para el desarrollo de las plantas.
Gracias al soporte que constituye el suelo es posible la producción de los recursos naturales, por lo cual es necesario comprender las características físicas y químicas para propiciar la productividad y el equilibrio ambiental (sustentabilidad).
Los tipos de suelos se clasifican de dos maneras: una es según la función del suelo y la otra es según las características del suelo.
Tipos de suelo según su funcionalidad:
·         Suelos arenosos: son aquellos suelos que no retienen el agua, al poseer poca materia orgánica no son aptos para la agricultura.
·         Suelos calizos: en estos suelos abundan las sales calcáreas, suelen ser de color blanco y también áridos y secos, y por ende no son buenos para la agricultura.
·         Suelos humíferos (también llamados tierra negra): son aquellos que posee gran cantidad de materia orgánica en descomposición, son fantásticos para retener el agua y por lo tanto son excelentes para cultivar.
·         Suelos arcillosos: estos suelos están formados por pequeños granos finos de color amarillo y retienen el agua en charcos. Mezclados con humus pueden resultar muy efectivos para la agricultura.
·         Suelos pedregosos: formas por toda clase de rocas y piedras, al no retener el agua resultan pésimos para cultivar.

Suelos mixtos: una mezcla del suelo arenoso y del suelo arcilloso.
Tipos de suelo según sus características:
·         Litosoles: suelo que suele aparecer en afloramientos rocosos y a veces en escarpas, son de poco espesor y con poca vegetación.
·         Cambisoles: suelos jóvenes que acumulan arcillas.
·         Luvisoles: cuenta con un horizonte resultado de una gran acumulación de arcillas.
·         Acrisoles: tienen una acumulación de arcilla menor a los luvisoles.
·         Gleysoloes: cuentan con gran cantidad de agua en forma permanente o semipermanente.
·         Fluvisoles: suelos jóvenes que se han formado debido a la lluvia, suelen tener mucho calcio.
·         Rendzina: suelos con muchas materia orgánica ubicados sobre roca caliza.
·         Vertisoles: suelo arcilloso de color negro, se localizan en zonas de poca pendiente.